Sus inicios se remontan mucho antes de la primera y antigua iglesia de San Roque. Cuando en el año 1853, se inician los trabajos de construcción de la iglesia, el sector se ordena y el templo se convierte en epicentro de este punto de la ciudad. Comienza a construirse viviendas en los sectores sureños inmediatos al sector comercial, surgiendo así el barrio, la ciudad fue creciendo y ante su auge comenzaron a llegar visitantes de las poblaciones cercanas como Galapa, Malambo y hasta de Santa Marta, Cartagena, al interior del país e incluso inmigrantes extranjeros que llegaban para quedarse definitivamente enamorados de su gente, su clima y su futuro prospero, estos forasteros montaron sus fabricas, negocios y almacenes en la zona comercial y sus alrededores y lógicamente sus residencias, relacionándose en un solo conglomerado en un clima de paz y sociabilidad.